Conservas Emilia, tradición artesanal de la mejor anchoa del Cantábrico

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conservas emilia

Elaboraciones artesanas que se mantienen en el tiempo, excelencia en el producto y una tradición que la conservera preserva con precisión suiza.

«Con nuestras propias manos y mucho tiempo. Ese es el secreto. Nada de lo que hacemos va a permitirnos acortar el proceso de elaboración de nuestros productos. Las anchoas son un buen ejemplo».

UNA TRADICIÓN FAMILIAR REPLETA DE EXCELENCIA

CONSERVAS EMILIA es una empresa familiar, fundada a finales de los 80. Emilia Fuentes Ruiz, su fundadora, tenía un objetivo en mente: Relanzar la fabricación artesanal tradicional de la anchoa del Cantábrico para ofrecer un producto final de altísima calidad y, arropada por su familia, puso en marcha la que hoy es una empresa de reconocido prestigio.

Hoy en día es una marca reconocida en toda España por la calidad de sus productos. 

 

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Una historia de trabajo, esfuerzo y superación. 

Situada en Santoña, la fábrica cuenta con 2.250 metros cuadrados de instalaciones y dispone de un Servicio de Visitas guiadas a la fábrica para que los visitantes puedan ver el proceso de elaboración de los productos, además de conocer de primera mano todos los pasos que se siguen fielmente para elaborar de una forma artesanal la anchoa de Santoña. 

UNA EXCELENTE PROPUESTA

La anchoa del Cantábrico es la gran estrella (en 2019 ha sido premiada como la mejor anchoa del Cantábrico, además de ser galardonada con dos estrellas de oro en el Superior Taste Award en Bruselas) pero en CONSERVAS EMILIA se trabajan otras  líneas de productos del mar con una gran calidad: Bonito del Norte, Boquerones del Cantábrico, Ensaladas, Anguletas, Patés,  Platos Preparados, Sardinillas, Relanzones, Y ahora también Pulpo cocido en su propio jugo». 

LAS ANCHOAS DEL CANTÁBRICO

La anchoa se somete a un proceso de salazón 100% artesanal. Todo comienza en primavera, una vez se compra el bocarte en la lonja, ya que es la mejor época para capturarla.  Cuando llega a la fábrica se procede al descabezado y eviscerado a mano para luego introducirlo en barriles formando capas de pescado y sal hasta completar cada barril.  Sobre los barriles se colocan varias prensas que comprimen la anchoa, ésta expulsa agua y junto con la sal se inicia el proceso de maduración.  Este proceso dura alrededor de 12 meses.  Posteriormente, la pesca se lava para quitar la sal y se exprime para eliminar el exceso de humedad.  Una a una se recorta la cola, se separa en dos lomos, se quita la espina central y elimina todas las espinas.  Esto lo hacen manos expertas y en ese momento están listas para envasar en los diferentes formatos, añadir el aceite y cerrar.

WEB: www.conservasemilia.com